Introducción y ajuste de expectativas
Os preguntareis, ¿qué es el mindfulness?
Atención plena, o conciencia plena, son los términos que en castellano se utilizan para hacer referencia a éste término inglés.
El mindfulness se incluye dentro de un grupo de técnicas caracterizadas por adoptar una perspectiva más experiencial, enfatizando la importancia de cambiar la relación con la experiencia interna (cogniciones, emociones o sensaciones) mediante la aceptación, en lugar de pretender eliminarla o modificarla. Es una práctica que se caracterizada por la conciencia del momento presente, sin juicios. Se trata de apreciar plenamente cada momento de la vida haciéndonos conscientes de lo que estamos sintiendo, pensando y haciendo en el presente, pues la divagación de la mente en el pasado y en el futuro suele llevar al abandono de lo que único que es real en el ahora: su capacidad de actuar sobre el contexto presente.
En definitiva, el mindfulness tiene como objetivo cambiar las relaciones que las personas establecemos con nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones físicas, las cuales activan y mantienen los estados mentales de ansiedad y depresión entre otros. Para comprender el mindfulness la clave es la práctica, no hay otra forma de conocer cómo puede transformar nuestro paso por el mundo, por nuestra vida, y así poder relacionarnos de una forma distinta con la ansiedad, la depresión o el miedo.
Por tanto, conseguiremos con su práctica un estado de relajación que nos ayude a afrontar la ansiedad que vivimos ante ciertas situaciones, ser más conscientes de la interacción entre la mente y el cuerpo y cómo esta influye en nuestro bienestar, desarrollar la habilidad de vivir en el modo presente, aprender a relacionarnos con nuestras experiencias internas y externas a través de la aceptación, facilitar nuestra gestión emocional y cognitiva, promover el auto-conocimiento y la comprensión como herramientas para aprender a cuidarnos, y desarrollar la habilidad de atender, dejar estar y dejar ir ante las distintas sensaciones físicas, cognitivas y emocionales.
Permaneciendo presente, permitir dejar de ser
El objetivo es aprender a permanecer en el momento presente, explorando las experiencias que vivimos en el aquí y ahora, aceptándolas y dejándolas ser. Este permanecer en el presente permite cultivar una relación diferente con la experiencia que estamos viviendo permitiéndonos aceptarla independientemente de cómo esta sea, pero sin dejarnos llevar por ella. Una manera de practicar el permanecer en el presente dejándonos ser, es con el ejercicio meditación a través de una caminata consciente.
Meditación centrada en la respiración y los pensamientos
En ocasiones podemos conducir durante millas “en piloto automático” sin ser realmente conscientes de lo que estamos haciendo.
Lo que ocurre es que tendemos a reaccionar, es decir, a generar respuestas muy movidas por la emoción o pensamientos que tenemos en ese momento, casi involuntariamente.
Si yo siento que puedo elegir mi respuesta sentiré que no soy víctima de las circunstancias, sino que puedo escoger en mayor medida cómo responder a lo que está ocurriendo y cómo me quiero sentir.
Para poder conseguirlo, primero tenemos que aprender a observar nuestros pensamientos, emociones y sensaciones corporales. Llegar a ser más conscientes de éstos en el momento presente nos concede la posibilidad de una mayor libertad y elección.
La meta de este ejercicio es incrementar la consciencia de un modo tal que podamos responder a las situaciones que vivimos en el día a día con libertad en vez de reaccionar automáticamente.
Logramos eso mediante la práctica de llegar a ser más conscientes del lugar en el que se encuentra nuestra atención, cuáles son nuestros pensamientos, sensaciones físicas o emociones cambiando deliberadamente el foco de la atención, una y otra vez.
En situaciones de elevado estrés o ansiedad, estar en el momento presente nos ayuda a no dejarnos arrastrar por los pensamientos y la carga emocional y a reconectar con nosotros mismos.
Meditación mediante autoexploración corporal
La autoexploración corporal es una técnica que te va a permitir tomar mayor conciencia de las distintas partes de tu cuerpo.
Durante este ejercicio, que se realiza en posición de cúbito supino, se hace un recorrido mental por el cuerpo prestando atención a nuestras sensaciones corporales sin juzgarlas y sin reaccionar a ellas, simplemente aceptando lo que sucede como parte de nosotros.
Se emplea para desarrollar la concentración, la calma y la flexibilidad de la atención.
Para practicar la autoexploración corporal coge una esterilla y túmbate boca arriba en el suelo. Cuando estés dispuesto, cierra los ojos. ¿Estás cómodo? Comenzamos.
Ejercicio Uva Pasa:Una forma de conectar con el momento presente es aplicar la atención plena a las actividades cotidianas del día a día, un ejemplo es a la alimentación. Con frecuencia estamos inmersos en la vorágine de la rutina y nuestra mente está a millas de nuestro cuerpo. El ejercicio de la uva pasa te permite conectar en el aquí y ahora con el acto de comer, realizar esta actividad de una manera diferente poniendo en ella tus cinco sentidos: el gusto, el olfato, el tacto, la vista y el oído.